A medida que envejecemos y de forma totalmente natural, los huesos suelen volverse más frágiles, especialmente en el caso de las personas mayores de 65 años., pero debes saber que una dieta equilibrada, combinada con suplementos nutricionales, puede ayudarte a compensar esta pérdida de resistencia.
Unos músculos fuertes y una alimentación equilibrada para mantener sana la columna
La fragilidad ósea afecta sobre todo a las articulaciones de las muñecas, de la cadera y de la columna vertebral. Cierto que no todo el mundo tiene el mismo capital óseo, pero un régimen de vida adecuado nos ayudará a todos a mantener unos huesos fuertes.
Por este motivo, para prevenir los problemas de espalda o de fragilidad ósea, es indispensable contar con unos músculos en buen estado. Ellos descargan a los ligamentos, que pueden volverse más frágiles, y protegen las articulaciones.
Además de practicar ejercicio físico con regularidad, llevar una dieta rica en minerales también ayuda a mantener la salud de las articulaciones. Por eso debemos dar preferencia a los productos lácteos, el salmón, las verduras y la soja. Todos ellos son fuentes de calcio, elemento indispensable para el buen funcionamiento de nuestras células óseas. La vitamina D, que se encuentra en el pescado azul y en cereales integrales, favorece la absorción del calcio por parte del intestino, lo que resulta esencial para que este se fije en los huesos. Por último el potasio (plátanos, dátiles) y el magnesio (chocolate negro, legumbres, frutos secos) también contribuyen a reforzar la densidad ósea.
Huesos fuertes gracias a las plantas
Las plantas constituyen también una ayuda natural para fortalecer el esqueleto. Las más conocidas son :
Lithothamnium
(Lithothamnium calcareum)
Lithothamnium es un alga pequeña, de 2 cm, que vive en los fondos marinos de las costas bretonas. Tiene la propiedad de cristalizar sobre su talo los elementos minerales que se encuentran en el agua de mar. Esta alga también es rica en calcio, que favorece la mineralización del hueso y es necesario para mantener un esqueleto sano.
Cúrcuma (Curcuma longa L.)
y piperina (Piper nigrum L.0)
El rizoma de la cúrcuma (Curcuma longa) contribuye a mantener la flexibilidad y el confort articular. La pimienta negra (Piper nigrum), que contiene piperina, aumenta la absorción de la cúrcuma. La cúrcuma y la pimienta negra poseen también propiedades antioxidantes.
Aceite de krill
y manganeso
Resulta interesante combinar estos dos elementos: por una parte, el manganeso contribuye a una formación adecuada del tejido conjuntivo, que afecta, sobre todo, al confort articular. Por otra, el extracto de krill aporta ácidos grasos omega 3, esenciales para el organismo.
Bambú
(Bambusa bambos)
Típico de India y China, el tallo de bambú se ha utilizado tradicionalmente para ayudar a la flexibilidad articular y a la remineralización, así como para favorecer el equilibrio y el bienestar óseo.